La panna cotta, un postre italiano clásico, es una obra maestra de simplicidad y exquisitez. Su nombre, que significa «nata cocida», refleja perfectamente la esencia de esta delicia. Con una textura sedosa y un sabor delicado a vainilla, la panna cotta se deshace suavemente en el paladar, creando una experiencia culinaria celestial. Este postre, que equilibra la decadencia y la elegancia, es perfecto para coronar una comida especial o simplemente deleitar a tus invitados con un toque de refinamiento italiano.
4 porciones 4 horas (incluida refrigeracion)
Ingredientes:
- 2 tazas (480 ml) de crema de leche
- 1 taza (240 ml) de leche entera
- 1/2 taza (100 g) de azúcar
- 1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla)
- 2 1/4 cucharaditas (7 g) de gelatina en polvo
- 3 cucharadas de agua fría
Instrucciones:
1. Preparación de la Gelatina:
- En un tazón pequeño, mezcla la gelatina en polvo con agua fría. Deja reposar durante unos minutos para que la gelatina absorba el agua.
2. Infusión de Vainilla:
- En una cacerola, calienta la crema de leche, la leche y el azúcar a fuego medio. Si estás usando una vaina de vainilla, córtala por la mitad a lo largo y raspa las semillas. Agrégales tanto la vaina como las semillas a la mezcla de crema.
3. Calentamiento de la Mezcla:
- Calienta la mezcla hasta que esté a punto de hervir. Luego, retira la vaina de vainilla.
4. Mezcla con Gelatina:
- Agrega la gelatina hidratada a la mezcla caliente y remueve hasta que la gelatina se disuelva por completo.
5. Vertido en Moldes:
- Vierte la mezcla en moldes individuales o copas. Deja enfriar a temperatura ambiente antes de refrigerar.
6. Refrigeración:
- Refrigera durante al menos 4 horas, o idealmente durante toda la noche, para permitir que la panna cotta cuaje completamente.
7. Presentación:
- Desmolda las panna cottas en platos individuales antes de servir. Puedes decorar con frutas frescas, coulis de frutas o menta.
Buen provecho!