La pavlova, un postre de origen neozelandés o australiano, es una obra maestra de la repostería que combina la ligereza de un merengue crujiente con la indulgencia de una capa interior suave y cremosa. Su nombre rinde homenaje a la famosa bailarina rusa Anna Pavlova, y al igual que sus movimientos en el escenario, esta delicia culinaria es una danza de texturas y sabores. Decorada con frutas frescas y un toque de crema, la pavlova es una experiencia celestial que despierta los sentidos y culmina cualquier comida con un toque de elegancia y dulzura.
8 porciones 60 minutos
Ingredientes:
Para el Merengue:
- 4 claras de huevo, a temperatura ambiente
- 1 taza (200 g) de azúcar blanco
- 1 cucharadita de vinagre de vino blanco
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de maicena
Para el Relleno:
- 1 taza (240 ml) de crema para batir, fría
- 2 cucharadas de azúcar glas
- Frutas frescas (fresas, kiwi, mango) para decorar
Instrucciones:
1. Preparación del Merengue:
- Precalienta el horno a 150°C (300°F) y forra una bandeja para hornear con papel pergamino.
- En un tazón grande, bate las claras de huevo a velocidad media hasta que se formen picos suaves.
- Agrega el azúcar gradualmente mientras continúas batiendo. Aumenta la velocidad y sigue batiendo hasta obtener picos firmes.
- Agrega el vinagre, la vainilla y la maicena. Mezcla suavemente para incorporar.
2. Formación del Merengue:
- Forma un círculo en la bandeja forrada con papel pergamino, creando un hueco en el centro para el relleno.
3. Cocción:
- Hornea en el horno precalentado durante 1 hora o hasta que el merengue esté firme por fuera y suave por dentro.
4. Enfriamiento:
- Apaga el horno y deja que la pavlova se enfríe completamente dentro del horno.
5. Relleno:
- En un tazón, bate la crema para batir y el azúcar glas hasta obtener picos suaves.
6. Montaje:
- Coloca la pavlova en un plato grande. Rellena el hueco central con la crema batida y decora con frutas frescas.
Buen provecho!